17 de agosto de 2010

Sistema Arañonera. Travesía T-1-Santa Elena. Pirineo Aragonés

El sistema Arañorera, con sus 9 bocas y -1.349 metros de desnivel supone una de las cavidades más importantes del territorio español. Como plato fuerte, el pasado 5 de agosto de 2010, 3 espeleólogos de diferentes clubs (Agu del G.E.G, Paco de los Yumis y Chema de ECDC Andalucía) decidimos abordar la travesía desde la Grallera del Turbón (T-1) hasta la cueva de Santa Elena, cuyas aguas surgen poco más abajo, con - 550 metros de desnivel.

Grandes eran las incertidumbres tras los relatos de varios compañeros que habían visitado la cueva, respecto al frío, tiempo de travesía y sobre todo el caudal del río tras una fuerte tormenta que había caido días antes. No obstante, a las 7:30 am comenzamos a remontar los 750 metros de desnivel que separaban el camping del Valle de Bujaruelo con la T-1 por el barranco del Turbón, cuya subida nos dio la bienvenida en toda regla con una pendiente que no daba tregua. Sin embargo en menos de dos horas encontramos las dos impresionantes bocas, cual neveras, que desprendían el gélido viento que ya habíamos imaginado.


Bocas de entrada de la Grallera del Turbón



Comenzamos a equiparnos con los monos invernales, guantes de alta montaña impermeabilizados bajo otros de PVC y pasamontañas, todo ello para notar al mínimo el frío que nos esperaba. A las 10:15 am empezamos nuestra travesía.



Contábamos con dos cuerdas de 60 metros y una de 40, con las que superamos los primeros pozos tapizados de nieve e hielo, donde caben destacar las grandes rampas que nos dejan en la zona de la bifurcación, de enormes dimensiones. En el último pozo de las rampas, tuvimos un atasco en la recuperación, pues ésta tenía bastante roce, aunque después de unos minutos al final la cuerda salió, menos mal, pues remontar con ese roce desde luego no es lo más apropiado...


Una vez en este punto comenzamos a progresar en dirección E por una gran galería que enlaza con una serie de pozos y llega a un meandro desfondado que tendremos que superar mediante estrecheces y pasamanos ascendentes un tanto puteantes con la mochila grande, pero que al final no suponen mayor problema. La instalación está recién revisada y en muy buen estado gracias a una reciente campaña coordinada por la Federación Aragonesa de Espeleología. Los puntos de enlace y/o posibles pérdidas, suelen estar bien indicados con reflectantes, monolitos de piedra y alguna que otra flecha, lo que facilita en gran medida la progresión.




Gran parte de los pozos los encontramos instalados, no obstante por un fallo de interpretación de la topografía tuvimos que remontar un pozo de 29 que parecía menos (cuidado con las piedras en este pozo) y que en su base se encuentra un punto de agua. Al poco nos encontramos en la cabecera del impresionante pozo de 90 metros que también lo encontramos instalado con cuerda muy nueva y cuya tirolina hoy por hoy se encuentra desde la cabecera hasta la repisa a -40 que nos desvía hacia la vía que nos deja en la cueva de Santa Elena, ya en el río, donde hicimos una larga pausa para comer algo caliente. Habían pasado ya cinco horas y media desde que entramos por la Grallera del Turbón.

                              


En este preciso momento nos tenemos que desnudar y ponernos los trajes de neopreno para empezar a progresar por el río, ¡¡¡vaya momento ese de despelotarse y ponerse el neopreno húmedo y helado!!! El río nos sorprenderá con un impresionante cañón interrumpido numerosas veces por kaos de bloques que tendremos que remontar a veces trepando a veces por cuerdas fijas que harán esta progresión en cierto modo interminable, pero también única. El agua gélida a veces se agradecía cuando estábamos demasiado tiempo fuera con el neopreno, por lo que finalmente no pasamos tanto frío. En caso de no llevar neopreno existen algunos pasamanos fijos instalados para evitar mojarse demasiado, pero desde mi punto de vista, se ahorra mucho esfuerzo si te tiras al agua directamente. Cuidado con las cuerdas fijas pues alguna que otra se queda un poco corta y pueden dar algún que otro sustillo si no se está pendiente.


A las 3:30 horas encontramos un reflectante que indicaba un P-20 instalado en fijo, que remontándolo nos dejaba lejos del rugir de las aguas, en las estrechas galerías de la cueva de Santa Elena, cuyo fuerte viento en las gateras no nos dejó indiferentes, pero que pronto pudimos ver la tan deseada luz.


Fue una experiencia inolvidable que pude compartir con mis dos compañeros, Agu y Paco, los mejores compañeros de viaje. Lástima no pararnos a hacer grandes fotos porque la cavidad lo merece, pues finalmente tras 10:30 horas estábamos fuera, aún de día y con ganas de más cueva.

El retorno desde la cueva de Santa Elena hasta la pista está perfectamente indicado con reflectantes, comenzando por la margen izquierda del Barranco de Santa Elena, que estará seco, hasta la surgencia, donde volvemos a encontrar el río que un rato antes habíamos dejado atrás. En ese momento hay que cruzar el barranco y en seguida veremos una senda, también con reflectantes, que empieza con un paso de cadenas fijas y baja por la margen derecha del barranco hasta el camino, junto al puente.








3 comentarios:

Jaime dijo...

Que guapa la travesía.

Las fotos no han salido demasiado bien, pero con el relato, te haces una buena idea.

MaMen dijo...

Un muy buen relato para una preciosa actividad¡¡ Enhorabuena a los tres una vez más¡¡

Lo de las fotos si que es verdad, pero demsasiado que sacasteis alguna no??

Un besazo a los tres¡¡

Joan Montoya dijo...

Buen relato y muy parecido al de mi blog. No se si coincidimos con vosotros en el camping, aunque si pudimos saludar a otros compañeros que estaban en exploración por la zona.

Ya me miraré con más calma el blog para ver otros artículos.

Salud y buena espele.

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